Noticias de Ecoportal

ADNmundo - Medio Ambiente

lunes, 26 de mayo de 2008

Santa Catalina

Santa Catalina es un hermoso bosque que depende de la facultad de La Plata, ubicado en Llavallol, Lomas de Zamora. Se está llenando de basura y, a la larga, va a quedar estropeado uno de los pocos espacios verdes importantes que nos quedan.

Este bosque hace años es utilizado por mucha gente para pasear los fines de semana y, especialmente, lo usan los scouts para hacer campamentos.

Existe un proyecto legislativo para declararlo Reserva Natural Provincial ("Santa Catalina y Lagunas de Rocha, Reservas Naturales Provinciales"), al que se puede apoyar a través de este link.

martes, 20 de mayo de 2008

Mburucuyá y Espejitos

En el ámbito de Buenos Aires y alrededores, contamos con muchísimas especies de mariposas, los manuales de identificación al menos así lo aseguran. Muchas son nocturnas, aquellas que la gente, simplificando demasiado, las nombra como polillas. Todas las mariposas tienen como estrategia de supervivencia, un desarrollo en estadíos, lo cual hace que el adulto sea completamente diferente a la larva, no sólo por forma y color, sino también por hábitos y alimentación. Acá cabe aclarar que cada especie de mariposa tiene una o varias plantas "nutricias" específicas e inamovibles: la hembra adulta sólo pondrá sus huevos en alguna de esas plantas y nunca en otras. Si se equivocara, su descendencia moriría, ya que cada oruga tiene adaptaciones únicas para ese tipo de plantas y no soportaría por ejemplo, las toxinas que naturalmente segregan otros vegetales. O sea que la especificidad en las mariposas está a la orden del día. Y una de esas especies con exigencias a la hora de alimentar a sus bebés, es de la que hablaré hoy.

Se trata de una mariposa diurna y fácil de ver: es la "Espejitos" (Agraulis vanillae maculosa), en principio por la abundancia que registra y también por tratarse de un bicho confiado, que deja que nos acerquemos tranquilamente. El insólito calor de mayo hace que la podamos seguir viendo con frecuencia.
Sus orugas se alimentan de algunas especies de la familia Pasifloráceas exclusivamente. La más común en Buenos Aires es una trepadora conocida como Mburucuyá o Pasionaria (Passiflora caerulea), la cual crece espontáneamente en cualquier alambrado de baldío, cerco, trepando en algún arbol, etc. Florece profusamente en verano y sus flores son muy admiradas en el mundo, por tener un exotismo digno de observar. Entre sus características, lo que más me gusta son sus estambres volcados hacia abajo, de tal forma que dejan la distancia justa para que los abejorros (y casi ningún otro insecto) posicionen su cuerpo debajo de los estambres mientras liban y de esa forma se lleven el polen en la espalda para, involuntariamente, polinizar otra flor. También tienen unas glándulas fuera de la flor que segregan néctar para atraer más polinizadores. Sus frutos son comestibles y muy dulces (si me habré empachado de chica....) y atraen a numerosas aves. Así la planta se asegura la dispersión de sus semillas, que pasan intactas por el tracto digestivo (de zorzales y calandrias seguro!), quienes las defecan cuando están posados en alambrados y árboles, permitiendo así que la trepadora crezca teniendo el soporte asegurado.

La Espejitos pone sus huevos allí, también en otra pasiflorácea, Passiflora mísera, que es mucho menos común. La oruga, una vez que nace se come su propio huevo y comienza a devorar hojas ávidamente durante días, hasta que alcanza el tamaño necesario para empupar. En ese momento, busca un lugar adecuado para formar la crisálida o pupa, en general Espejitos lo hace en el envés de la misma hoja de la planta, pero también puede hacerlo en otra superficie de la que se pueda colgar y que se encuentre cercana (de hecho la foto la muestra en la baranda de la pileta de mi casa!). Las espinas que tiene esta oruga están destinadas a amedrentar predadores, por eso hay que evitar agarrarlas con la mano. Si fuera necesario transportarlas, lo mejor es acercarles una hoja de mburucuyá y enseguida se trepan.

Una vez terminada su metamorfosis, ya transformada en adulto, rompe la cáscara y sale al exterior. Durante algunas horas debe secarse, con la cabeza para arriba, a veces extendiendo y plegando las alas. Es el momento de más vulnerabilidad. Durante el secado, el líquido que expide su cuerpo es de color rojo y puede observarse en la foto, sobre unas hojas que están debajo. El momento más cálido para salir es al mediodía de un día soleado, la temperatura la secará más rápido y así minimizan los riesgos. Y cabe aclarar también que el mediodía se constituye en el mejor momento para la observación de mariposas.
La razón de su nombre es que en la faz ventral de sus alas, porta unas formaciones espejadas, que causan reflejos metálicos cuando les dá el sol y gracias a ese artificio confunde a posibles predadores.

Quienes deseen atraer mariposas a sus jardines o balcones y poder apreciar su metamorfosis, deberían probar entonces con un Mburucuyá (sale de semilla y es muy rústica), una planta nativa maravillosa, la cual es alimento incluso, de otras mariposas bonaerenses.
Andre

sábado, 17 de mayo de 2008

Biodiesel ¿sustentable?

Los patrones de producción de biocombustibles hoy día están poniendo en peligro la subsistencia de las poblaciones más pobres del mundo al influir sobre los precios de los alimentos. La producción de biocombustibles está siendo impulsada por los gobiernos de los países industrializados como una “solución rápida” para el problema de emisiones de gases de efecto invernadero, pero la producción a gran escala y sin criterios de sustentabilidad genera más problemas que soluciones. Si lo que realmente queremos es proteger el clima, necesitamos proteger los últimos bosques nativos que nos quedan.
Por eso nuestros líderes deberían reconocer la necesidad de adoptar criterios de sustentabilidad para la producción de biocombustibles. Esta tarea incluye: lograr una reducción positiva y considerable de los gases de efecto invernadero (GEI) de al menos 60%; no degradar directa o indirectamente bosques naturales ni otros ecosistemas y no amenazar la seguridad alimentaria local, en especial la de los países en vías de desarrollo.
Más info: acá y acá.

jueves, 8 de mayo de 2008

Jardines amigables con las aves

Los invitamos para este mismo jueves 8/5 a las 18:30 hs. a una charla gratuita en la sede de la Asociación Ornitológica Aves Argentinas (Matheu 1248, tel. 4943-7216 al 19) que dictará el ingeniero agrónomo Eduardo Haene (autor de "Cien árboles argentinos" y "Cien flores argentinas" entre otras obras).

Analizará medios para que canteros y parques sean más atractivos a los pájaros silvestres. El uso de plantas nativas y el diseño inspirado en comunidades vegetales de la zona será clave. Un jardín amigable con la avifauna resultará también provechoso para criar mariposas y constituye una oportunidad donde cada vecino puede aportar mejoras interesantes al barrio para disfrutarlas todos.

lunes, 5 de mayo de 2008

Educar el ojo

Quienes nos interesamos por el cuidado del ambiente, sabemos bien cuáles son los problemas que aquejan al planeta y a menudo nos sentimos agobiados con tanta contaminación, peligro de extinción, tala indiscriminada, sequía, inundación....problemas tan grandes que nuestra conducta pro-ambiental pareciera insignificante en cuanto a la resolución de alguno de ellos. Estoy convencida de que no lo es, pero de todas formas la sensación que nos queda muchas veces es de un importante pesimismo.
Sin embargo, hay una cuestión que, inexplicablemente, no figura entre las actitudes conocidas como conservadoras del ambiente, y que trata sobre cultivar un jardín nativo.
No quiero usar terminología difícil, así que sólo diré que las plantas nativas son aquellas que pertenecen a una región biogeográfica determinada. Son aquellas que evolucionaron en el mismo lugar desde hace millones de años. Por lo tanto, crecieron, cambiaron y se adaptaron junto y con varias especies de insectos, aves, mamíferos, también originarios de ese lugar. La enorme diferencia entre una planta nativa y una exótica radica, principalmente, en dicha evolución conjunta.
Entonces, si en nuestra casa elegimos tener una planta nativa (o autóctona), evidentemente estará acompañada por toda esa gama de organismos que aprendieron a comer sus frutos, sus semillas y sus hojas, que la usan como nido, que se alimentan de su néctar o de los insectos que se están comiendo sus hojas o su savia, y de los cuales muchas veces ella se vale para su propia reproducción y posterior dispersión. Hay muchísimos casos de lo que se llama "coevolución" y que indica, básicamente, que una especie ha evolucionado junto a otra y que ambas desarrollaron estrategias para convivir, proceso que les ha llevado millones de años.

Nadie niega el valor estético y ornamental de las plantas exóticas, las cuales provienen de los lugares más recónditos del planeta. Son ejemplares mejorados por la mano del hombre y gracias a eso disfrutamos floraciones extraordinarias en épocas inusuales, crecimiento rápido, etc. Pero si hacen una pequeña observación, es difícil encontrar mariposas o abejas en sus flores, o aves comiéndose sus frutos. Sí, hay una pequeña cantidad de aves urbanas que se han adaptado a la presencia de plantas exóticas y le han descubierto una utilidad. Pero sigue siendo un número muy pequeño, y en general se trata de aves e insectos generalistas, o sea que su rango alimentario es bastante grande y por lo tanto se "acomodaron" a lo que encontraron.

Hay un número importante de insectos y de aves que desaparecieron de las zonas urbanas debido a la proliferación de plantas exóticas. Lo que prima en los viveristas y paisajistas es únicamente el criterio estético, por lo tanto la gente gustosa de las plantas poca oportunidad tiene de conocer aquellas especies que no tienen desarrollo comercial y que muchas veces crecen en nuestros canteros o al costado de la ruta sin que nos percatemos de su existencia (y no menospreciemos nuestra argentina predilección por lo foráneo). Y también tenemos que tener en cuenta que nuestro inconsciente colectivo marca que el jardín debe ser un lugar libre de "alimañas", contenido y sobre todo prolijo. Nada de abejas picadoras dando vueltas por ahí, arañas agazapadas esperando picar un brazo de nuestro niño, hongos que nos matan, hojas comidas por sabrá Dios que bicho inmundo.....

Existe el criterio absolutamente instaurado de que hay que podar y fumigar, controlar TODO el tiempo, no dejar que la naturaleza se exprese, porque en la naturaleza hay bichos malos que nos morderán y nos transmitirán enfermedades. Estos atavismos no son los únicos que portamos, pero si existen otros que los hemos sabido cambiar en pos de la convivencia, deberíamos poder zanjar estos miedos también. Con conocimiento, sabiendo el enorme beneficio que nos proporcionan los insectos y las aves y "educando el ojo", apreciando el color y la forma pero aprendiendo a valorar el hilado de una araña, la increíble transformación de una mariposa, las maravillosas defensas de las orugas de las polillas nocturnas, la enorme variación de colores y formas de los escarabajos y las chinches....

En definitiva ¿saben porqué no vemos tantas mariposas como cuando éramos chicos? ¿O luciérnagas? ¿O lagartijas? Porque solo cultivamos azaleas, rosas y santa-ritas. Hagan una sencilla prueba y cuenten, cuando estén en un camino de eucaliptos, (tan asociados a las quintas y estancias bonaerenses que ya nos parecen nativos), cuántos pájaros ven o escuchan. Luego vayan a un baldío abandonado, o al costado de las vías de algún ferrocarril o a cualquier lugar que tengan a mano que sufra de ausencia de bordeadora y hagan lo mismo. Toda la vida que no verán en el eucaliptal la verán en estos lugares.

La tan en boga "biodiversidad" también podemos fomentarla en casa. Y los beneficios son muy distintos a tener un "green de golf" en el fondo. Lo he visto personalmente y lo compruebo, día a día, en mi propio jardín, donde conviven exóticas y nativas, y siendo éstas últimas y su fauna asociada, las generadoras de las impresiones que quise compartir hoy con ustedes.
Andre